CELEBRACIÓN 2009
MARTES 14/04/09
El Arquitecto Rubén Vera, Director Provincial de Patrimonio Cultural hizo la presentación de la Conferencia y explicó que estas actividades preparatorias obedecen al convencimiento de la Dirección de la necesidad de concienciar a la población sobre la problemática de la preservación del patrimonio monumental y arquitectónico, como imagen de la propia identidad legada al futuro. Esto no sería posible si se continuaran los festejos a puertas cerradas, entre profesionales y funcionarios, con actos protocolares. Por eso se ha decidido abrir estas conmemoraciones al público adoptando la modalidad europea, desde el año 2008 con la visita a lugares a los que normalmente no es posible el acceso, y a fin que la ciudad tome contacto físico con el patrimonio y comience a ser vista de otra manera. En el presente año se ha pensado un ciclo de conferencias sobre diversos aspectos del patrimonio.
Expresa como una gran deuda de los que trabajan en cultura la concientización de la población, ya que el tema de la preservación está íntimamente ligado al medio ambiente del que todos formamos parte.
Es parte de la gestión en curso de la Dirección Provincial de Patrimonio, apuntar a ello.
Como cierre y posteriormente a la disertación del Arquitecto Grin, expresa que la ciudad debe avanzar en la preservación del patrimonio desde que sus habitantes advertimos e internalizamos su degradación como parte integrante de nuestra identidad, ya que ésta no está únicamente conformada por los grandes ejemplos.
Nótese que las conferencias no se extienden más allá de dos horas por día, en el horario de 19 a 21 o 21,30 horas, período que se ajusta a la mayoría de los horarios libres de una comunidad trabajadora.
PATRIMONIO Y CIENCIA
Carlos Bonicato. Abogado. Diputado Provincial de Buenos Aires
No somos muchos, 60 a 70 personas, número suficiente para abordar el tema, que es extraordinariamente importante.
El patrimonio tiene que ver con la historia y tiene que ver con la identidad, tiene que ver con la vida de todos nosotros y quizás la tarea final que nos falta es ver si podemos incorporar esta noción de la importancia que tiene el patrimonio desde la escuela primaria, porque nos parece que es el modo de poder entender cómo funciona una ciudad, qué debemos cuidar y qué debemos tener en cuenta, y sobre todo incorporar como de todos estos valores que a veces parecen de pocos pero que están en la memoria colectiva.
Yo soy abogado, no soy urbanista, no soy arquitecto, y creo haber aprendido mucho de los arquitectos. He recibido mucho, y lo quiero decir como un elemento significativo que tiene que ver con la necesidad que tenemos todos de profundizar en esta materia. Quizás los arquitectos y los urbanistas, los dedicados a la cultura, sean los que llevan la delantera en esta materia, y nosotros estamos muy agradecidos porque no parece ser una prioridad pero lo es.
Nosotros armamos un pequeño trabajo que voy a leer.
Primero decimos que la conmemoración del Día Internacional de los Monumentos y los Sitios tiene como finalidad reflexionar acerca de cuatro puntos:
Sensibilización de la población sobre la diversidad de patrimonios en el mundo.
Sobre los sponsors que requiere su protección y conservación.
Llamar la atención sobre su vulnerabilidad.
Y especificar la contribución de la ciencia en la conservación y protección del patrimonio
Todos los años se analiza un tipo de patrimonio diferente. El año pasado (2008) fue el patrimonio religioso el precedente relacionado con los paisajes culturales. En esa ocasión invitamos a unos de los disertantes de este ciclo, el arquitecto Carlos Moreno quien en el ámbito de la legislatura desarrolló la temática del paisaje cultural. A partir de esa charla se desarrolló un proyecto de ley para consagrar mediante una norma la obligatoriedad de la realización de acciones concretas para recordar el Día Mundial de Monumentos y Sitios, aún no se ha convertido en ley. Aquí tenemos un dato: dos años de tramitación de un proyecto de ley aprobado en Diputados y no aprobado en Senadores y no sabemos por qué.
En esta ocasión el Arq. Rubén Vera, nos ha invitado a considerar el tema de este año pero con la característica que él impuso a esta celebración, que muestra un doble eje de sustentación: por un lado la posibilidad de considerar como un planteo amplio la voz convocante de PATRIMONIO Y CIENCIA, como lo indican los títulos de las conferencias programadas; y por otro la alternativa de efectuar las disertaciones en lugares físicos diversos, y las visitas como una loable tendencia para lograr la mayor participación de vecinos, posible.
Para eso cuenta con la experiencia exitosa de años anteriores: cientos de vecinos participaron el año pasado –es muy importante que lo divulguemos- en las jornadas de visitas a edificios, escuelas y ámbitos públicos, que tiene que ver con esta tarea de concientización.
Para el análisis que hoy nos compete tomamos el concepto de ciencia como conocimiento sistematizado elaborado mediante observaciones, razonamientos y pruebas metódicamente organizadas. Esto lo decimos para diferenciar ciencia y tecnología. El vocablo ciencia significa conocimiento, y de este conocimiento deriva el patrimonio cultural. Por otra parte consideramos la tecnología como el sistema de herramientas y procedimientos aptos para modificar el mundo físico que en gran medida es fundado sobre la ciencia. Así la tecnología también contribuye al estudio, protección y conocimiento del patrimonio.
Podríamos decir entonces que puede existir ciencia sin tecnología pero no a la inversa. Sin ciencia y tecnología no tendríamos monumentos para ser declarados. Reitero, con excepción del patrimonio natural, todo patrimonio es producto de la ciencia, del pensamiento del hombre organizado. Luego si bien la ciencia es la responsable de la existencia de los monumentos, es también junto a la tecnología imprescindible para su construcción y preservación, incluyendo para generar las opciones de prevención acerca del deterioro que sobre el patrimonio pueda provocar el propio avance tecnológico.
En este desafío de pensar la ciencia con amplitud analizaremos la importancia del derecho como ciencia, y la norma, la ley, que es el producto esencial en el cuidado, conservación y preservación del patrimonio, en cuanto organiza y pone límites a las acciones con relación a los bienes que intentamos proteger. En este sentido damos por sentado que el derecho es una ciencia, ubicándola entre las ciencias fácticas, y entre éstas dentro de las sociales. Aún así respetamos las voces que la califican como una socio tecnología o conocimiento científico sin llegar a la categoría de ciencia. Sin embargo esta discusión es ajena al tratamiento de esta jornada. Lo que realmente hoy intentamos es llamar la atención sobre la importancia que adquiere el plexo jurídico en relación a la preservación del patrimonio.
Ahora bien queremos analizar el tema de la ciudad como patrimonio pero con la idea de llegar rápidamente al caso La Plata, contemplándola con un valor agregado que estamos trabajando: su capitalidad.
De la mano de la idea de formar un abanico más amplio de leyes protectoras estamos obligados a analizar cómo el crecimiento y transformación de las ciudades provoca una interrelación diferente entre patrimonio y ciudades. Al considerar la ciudad no sólo tomamos en cuenta los edificios sino también los espacios públicos los barrios, las calles, las plazas, e incorporamos todo lo que en una ciudad tenga valor simbólico, al formar parte de la memoria colectiva de los habitantes. Impedir que se diluya la memoria es no sólo impedir el deterioro o la sub utilización de estos espacios, sino que su jerarquización produce a su vez enriquecimiento de su entorno y lo convierte en atractivo para ciudadanos y paseantes. Esto también tiene que ver con la idea que tenemos nosotros de que el patrimonio le sirva a la gente, que lamentablemente no está adecuadamente difundido, y le sirve también a las inversiones económicas.
Como la ciudad contiene una dinámica que le es propia es necesario el debate para que se entienda por qué es importante conservar el patrimonio. Pero no es lo mismo tomar un monumento aislado, que una ciudad como un contenido global de su historia y su monumentalidad física y cultural. Si bien es cierto que la modernidad o el progreso tienden a borrar la historia, el hombre siempre regresa a buscar su origen, a intentar explicar su procedencia. Este tema que está incorporado a la esencia del ser humano se hace más fuerte en épocas de globalización comunicacional como la actual, donde hasta por un instintivo espíritu de supervivencia se fortalece lo local. El patrimonio aquí como conjunto tiene que ser puesto en valor para su uso y ser transmitido. La formación de una conciencia colectiva sobre ese valor, es ideal que no sólo sea una preocupación de técnicos sino de la comunidad, otra tarea que tenemos que hacer los que estamos en el ámbito público. Además el cuidado del patrimonio en ese mismo sentido y al tomar la ciudad global deviene en un asunto que es de la comunidad, del estado y también del privado.
Es complejo aún más el tema del patrimonio en las ciudades por su acelerado crecimiento, que no debe verse como una antinomia entre patrimonio y progreso sino como una complementación creativa. No deben excluirse uno al otro ni tomar la defensa del patrimonio como un congelamiento de espacios sino como un modo de mantenerlos en valor, de darles vida y que produzcan efectos positivos de identidad, pertenencia y beneficios económicos.
Si queremos saber dónde nos dirigimos debemos tener claro cuál es nuestro origen y hacia dónde vamos. Esta es la cuestión ejemplar a nuestro criterio, saber de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, luego pensar cómo lo haremos. Tardaremos más o tardaremos menos según la situación social política o económica, pero sabemos hacia dónde vamos. Y en las democracias no estaremos sujetos a un cambio de criterio circunstancial, si no, no hay política pública que pueda perdurar en el tiempo.
Ahondemos un poco más en las ciudades de hoy, de este comienzo del siglo XXI que es un cambio de era, es una situación particular, diferente. Cuando hoy se habla de planificación o de planes estratégicos debemos pensar en democratización del proyecto a través de la mayor participación del ciudadano. Para esa planificación se deben utilizar criterios técnicos adecuados, pero también se debe profundizar la capacidad de escuchar las preocupaciones y experiencias cotidianas de las personas, y de los agentes urbanos. Los ciudadanos tienen una adecuada capacidad de comunicación cada vez más rápida y eficiente, conducta que obliga a una forma distinta de convivencia. Las ciudades latinoamericanas son gigantescas manchas urbanas donde es difícil caracterizar los límites, y hablaremos de regiones urbanizadas o redes de asentamientos poblacionales, o expresiones más abarcativas.
Esta realidad visibiliza la existencia de grandes conflictos que son generalmente repentinos, alejados de las representaciones políticas de la gente, con liderazgos difusos y en consecuencia, difíciles de controlar. Luego aparece la necesidad, además de democratizar la planificación, de gestionar los conflictos de modo diferente y sabiendo que desde siempre la ciudad es territorio de apropiación y de tensiones. En las democracias se palpa claramente un debilitamiento de la autoridad pública y de la dificultad de aplicar la coerción suficiente para hacer cumplir las normas. Por eso es importante la democratización de los planes estratégicos y el consenso. Se torna cada vez más imprescindible la utilización de metodología que acentúe cada vez más esta tendencia, de consensos en el ámbito del patrimonio urbanístico.
Entonces la ley debe ser una consecuencia directa de esta realidad y de ese consenso y tener en mira la utilización sustentable del patrimonio. Pero advertimos: no se puede hablar de posibilidades ciertas de consensuar (y acá surge el tema de incorporar a la educación el tema del patrimonio) valorando el patrimonio si previamente el ciudadano no tiene un aprendizaje de su historia. Si no, la valoración es inadecuada. Nuestra obligación ética y moral como ciudadanos es entregar el patrimonio que hemos recibido a las generaciones futuras. Luego hay que ejecutar una puesta en valor del patrimonio con profesionalidad, con aportes multidisciplinarios y la ley debe recoger estos principios.
La legislación asume un rol protagónico en tanto representa la síntesis del pensamiento político y social, y por eso aparece el factor multidisciplinario, la educación y el acuerdo ciudadano para concordar cuáles son los valores fundamentales de una comunidad y su visión del patrimonio.
Por ejemplo, si las leyes del mercado dominaran la situación política y el estado se abstuviera de intervenir, el patrimonio, o lo que quede de él, resultaría ser una expresión de las técnicas económicas y de las de consumo
La legislación que compromete la identidad y el futuro requiere de un tratamiento diferente desde el legislador con participación organizada, ordenada y preparada no que sea motivo de charla en pequeños círculos y que su conversión en texto legal rara vez le interese a alguien, me refiero a los órganos legislativos sobre todo a nivel nacional y provincial, porque es más verificable que sí le importa a los Concejos Deliberantes, que tienen más cerca la vivencia del patrimonio.
Desde una concepción general nos acercamos a la singularidad de la ciudad capital, nuestra ciudad de La Plata. En este caso nuestro deber inmediato como ciudadanos de una ciudad capital con valores singulares, es profundizar el uso de la legislación, revisando la existente y mejorando la que pueda crearse, pues en un mundo con cambios permanentes debemos planificar o proyectar hacia el futuro -este es un tema clave, también-, si no estaríamos planificando la declinación o la inmovilidad, por eso es importante la revalorización de la historia. La ley debe respetar la historia proyectándola al futuro para consolidar los principios fundacionales, la identidad y sentido de pertenencia. Pero esa síntesis fácil de enunciar, es difícil de construir en la realidad. Cuando hablamos aquí de profundizar la legislación, decimos que la ciudad capital para sostener con creatividad los ejes de capitalidad, por ejemplo sus edificios monumentales, sus colegios, sus avenidas, no puede depender de la tarea del intendente, al que no le es posible mantener los ejes de la capitalidad y debe tener una legislación particular que tienda a proteger el patrimonio de diferente forma, justamente reconociendo el valor de la capital. Esta ley no existe. De modo tal que cuando decimos Ley de Capitalidad estamos diciendo que vamos a proponer dotar a la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, una singular protección jurídica de tipo económico y de tipo patrimonial, sin sacarle las potestades al intendente, pero la provincia debe darle una protección especial. Y eso debería suceder en todas las otras capitales. Estamos incorporando -con mucho respeto- una categoría diferente de patrimonio, porque estamos diciendo que tenemos un concepto de capital de una ciudad construida ex novo y con valor de vanguardia y agrego otro elemento más: que es una ciudad universitaria. Por eso vamos a terminar hablando de patrimonio y ciencia y de capital y ciudad universitaria. Necesitamos leyes claras. El trazado de la ciudad, la concepción intelectual nosotros la declaramos ley: declaramos como patrimonio cultural de la Provincia de Buenos Aires la concepción intelectual del trazado, que es mucho más que un trazado, es lo que identifica al patrimonio cultural como dice la definición de la UNESCO del año 1982.
Actualmente continuamos profundizando la ley de capitalidad desde el ámbito de una cátedra: se ha conformado una cátedra libre con la UNLP, dependiente de la Presidencia, Cátedra Libre La Plata Ciudad Capital, tenemos un programa en Radio Universidad y tenemos un boletín que estamos distribuyendo a dos mil quinientas personas en la ciudad de La Plata aproximadamente, y estamos tratando de incorporar, si lo autoriza la Presidencia a quien presentamos los programas, una pequeña escuela de ciudadanía con relación al tema de la ciudad capital. Lo que queremos es arrancar sobre el tema del patrimonio diciendo que el ciudadano para defender su ciudad la tiene que conocer, no se puede amar lo que no se conoce. En eso dependemos de los maestros.
Dijimos entonces que la ciudad de La Plata es una ciudad central con tres elementos básicos:
Altísimo valor histórico, ya que su fundación finalizó con las luchas intestinas entre Buenos Aires y el resto del país.
Alto valor urbanístico, su trazado que tomó los valores de vanguardia de ese momento y terminó siendo una ciudad higienicista.
Es sede del poder central de la Provincia de Buenos Aires.
Esto además le agrega un alto valor simbólico porque los edificios, con su monumentalidad y jardines, significan tener siempre presente la concepción de los valores de la república al estar representados los tres poderes.
Finalizando con el tema de ciudad capital – ciudad universitaria:
§ Pensamiento
§ Ciencia
§ Derecho
§ Ciudad del conocimiento
§ Universidad
§ Ciudad capital
§ Conciencia colectiva
§ Consenso
§ Protección legal
La ley es el último eslabón de todo ese trabajo, muy serio y que en muchas oportunidades hemos hecho mal. Porque hay un montón de leyes que reflejan el interés del legislador en proteger el patrimonio, pero ni siquiera el Arquitecto Vera (Director de Patrimonio de la Provincia) ha tenido la oportunidad de controlar todo el andamiaje legal, porque salvo desde hace dos o tres años, en que para que la ley se pueda promover tiene que una tarea propia de la Dirección Provincial, antes el trabajo era mucho más autónomo.
La mención de la ciudad del conocimiento nos remite casi a tratar de una ciudad científica. Aquí la ciencia y el conocimiento a través de la universidad al haberse erigido el modelo universitario de inclusión dentro de la ciudad, porque no está desarrollado en un campus universitario sino dentro de la ciudad, habita la atmósfera de todos los días y convive con todos sus ciudadanos, instituciones y el poder político provincial otorgándole su impronta absoluta de ciudad universitaria, teniendo además ahora la Universidad Católica con quien también desde la cátedra libre estamos por armar un convenio de trabajo que tenga que ver con el reconocimiento de la identidad de la mano de obra de los inmigrantes que fueron los que levantaron esta ciudad en un tiempo récord y con una precisión fenomenal desde el punto de vista artesanal.
Si la ciencia y la tecnología pueden acudir a cuidar el patrimonio, hoy creemos que tiene que hacerse un especial detenimiento en el valor de la ley como un instrumento protectorio y como ordenador de las disputas territoriales -pero no olvidemos el consenso-.
Sin ahondar en la discusión acerca de si el derecho es una ciencia en sentido estricto o no, lo cierto es que la ley nacida primero en el espíritu del pueblo, en lo atinente al patrimonio debe imponer restricciones y reconocer derechos. Para eso debe integrar el conocimiento multidisciplinario y la participación ciudadana a fin de que la resultante, o sea, la norma que fije la protección, sea el resultado del consenso, porque tenemos algunas leyes referidas a esta materia que no son aplicables porque no son producto del consenso.
De este modo la ley protectoria nacerá para su cumplimiento. De ella nacerán nuevos oficios, estudios, capacitaciones y oportunidades económicas y todo lo necesario para el cumplimiento del fin propuesto.
Decimos finalmente que tenemos una amplia gama de leyes que van desde la Constitución Nacional (art. 41), la Provincial, los organismos encargados, leyes y ordenanzas municipales que crearon la Comisión del Sitio, todo ello si no se logra difundir el conocimiento tampoco va a servir. Por eso esta disertación tiene que ver con poner a disposición de ustedes la experiencia recogida en el ámbito de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires para decir que la ley para ser operativa tiene que nacer del consenso, al igual que todo el sistema protectorio del patrimonio.
Y tocamos el tema de la ciudad de La Plata, porque creemos necesario empezar a caracterizar patrimonios diferenciados como el nuestro con las características de ciudad capital y ciudad universitaria.
NOTA: Los boletines digitales de la Cátedra Libre La Plata Ciudad Capital desarrollan un poco más profundamente estos temas. Comenzaron a emitirse en el mes de noviembre de 2008 y pueden ser solicitados a <catedralaplataciudadcapital@gmail.com> o al teléfono 0221-427-1001 interno 3433.
El programa de radio VOCES DE LA PLATA se emite los lunes de 14 a 15 horas por Radio Universidad, AM 1390, de La Plata.
DEGRADACIÓN URBANA VERSUS IDENTIDAD CULTURAL
El patrimonio que no vemos (o no queremos ver)
Jorge Grin. Arquitecto – Fundación Banco Provincia
A través de una serie de fotografías la mayoría de ellas de la calle 2 desde 32 hacia el centro de la ciudad, muestra de qué manera se han intervenido con y sin acierto, bienes que forman parte del patrimonio edilicio local: viviendas, comercios y edificios públicos.
Informa que al momento de construirse la ciudad, no existían tantas normativas sobre el tema y sin embargo, a pesar de erigirse una edificación al lado de otra, todas trataban de mantener una armonía, que conjuntamente con el trazado de la ciudad son parte de su identidad.
Por el contrario en la actualidad, esta armonía no existe, por lo tanto debe enseñarse a la gente a descubrir que su casa es parte de una ciudad, de un plan mayor.
Algunas desafortunadas intervenciones:
Subdivisión de inmuebles en pequeños locales afectando la uniformidad de fachadas, cornisas, y otros elementos.
Pintura de dichos inmuebles que alcanzan en algunos casos a pequeñas porciones de las fachadas y que en la mayoría sólo llegan hasta la mitad de la altura, o en el mejor de los casos a las cornisas, dejando el resto en deplorables condiciones.
Apertura o cerramiento de ventilaciones y/o accesos sin armonía con las existentes.
Colocación de carteles y/o marquesinas que tapan los frentes casi en su totalidad.
Demoliciones.
Tratamiento del entorno y/o propiedades linderas en forma totalmente inarmónica con el resto.
Colocación de equipos de ventilación en comercios y viviendas sobre la fachada, que además gotean sobre los transeúntes.
Esta situación se repite en muchas localidades de la Provincia, y da como resultado dos ciudades cohabitando en el espacio físico de una, delimitadas por la línea divisoria entre planta baja y planta alta.
Hace notar que detrás de estas intervenciones hay profesionales que las han proyectado, arquitectos, como él mismo, que carecieron en su formación académica de una cátedra dedicada a la preservación del patrimonio absolutamente necesaria. Por el contrario se les ha enseñado que cada comitente en su lote puede hacer lo que quiera. Considera que el boom de la construcción en los años ’70 fue nefasto para la preservación del patrimonio, y si no hubo más destrucción es porque no había dinero para construir más.
Su postura en la actualidad es diferente. Las intervenciones en el patrimonio deben ser silenciosas, no se debe notar lo que uno hace.
Reconoce que los niños en este tema son pioneros, ya que han sido enseñados, y aprendieron a cuidar su medio ambiente urbano. Así también que las acciones de preservación en gran medida son fruto de la acción comunitaria de algunos vecinos conscientes.
En el caso de aquellos que se esmeran no sólo en preservar, sino en poner en valor con un sentido estético coherente con el origen de su propiedad y la identidad local, deberían cuanto menos, ser reconocidos en su tarea.
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