martes, 15 de junio de 2010

MURIENDO DE IDENTIDAD

PUBLICADO EN PÁGINA 12 - LUNES 14 DE JUNIO DE 2010

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/147558-47366.html

Por Pablo Bonaparte - Director del Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales Argentinas.

Dice el informe médico que murió por causas naturales. Treinta y dos puñaladas lo atestiguaban... Naturalmente, todos morimos cuando tenemos tantos agujeros en el cuerpo. Algo parecido pasa con la identidad de las pequeñas comunidades, sometidas a los designios de la identidad de otras. Con el tiempo van muriendo de identidad, naturalmente. En su momento, esto se llamó aculturación; después, con un poco de vergüenza académica, etnocidio. Pocos relacionan que la llegada de los europeos a América significó el comienzo de los dos mayores genocidios de la humanidad: el africano y el americano. Era la llegada del espíritu emprendedor y civilizatorio que estaba unificando al mundo irremisiblemente. Desde ese entonces nadie puede presentarse en sociedad fuera de esos parámetros. Así el indio, para ser reconocido, debió hacer equilibrio sobre el delgado hilo de la moralidad occidental, mientras los poderosos se ocupan de enrollar la soga de su lujuria en el cuello de los más débiles. A principios del siglo XX, las damas de sociedad limpiaban las heridas que sus maridos producían en los cuerpos de campesinos y obreros. Enseñaban a los pobres (la nueva categoría del indio domesticado) lo liberador que es la buena educación y lo lindos que se veían con los diseños del blanco. Nada de esto nos horroriza hoy verdaderamente, ya que fueron puñaladas debajo de los vestidos mientras todos bailábamos al son del pericón nacional de la generación del ’80... El canon de la democracia exige que no exista explotación o, por lo menos, que no se vea. Eso, unido a la responsabilidad que le da el neoliberalismo a la iniciativa individual, hace que los pobres sean pobres por su responsabilidad. Pero no están solos... ahí vienen para ayudarlos las tropas de la clase media trayendo el cuerno de la abundancia por su valor permanente de adaptación al mercado a través de la creación liberadora, se exige únicamente que el pobre repiense su identidad y diseñe un ser nuevo, con los escombros que dejó la amnesia de su explotación y todos los elementos que podamos encontrar en un supermercado. Estamos frente a una política donde el asesino no clava las treinta y dos puñaladas, sino la propia víctima sobre su cuerpo. Pero una vez muerto habrá renacido un integrante más feliz, más adaptado, del mundo moderno. De más está decir que la clase media no está pidiendo nada que ella no se exija permanentemente. Ella sólo tiene acceso al mercado para débiles, que es a donde se lleva al pobre, es el mercado que vive de las sobras de la gran comilona, peleando por captar la atención de la mano que llena el buche de los poderosos y que tan brillantemente supo intuir Smith. Pero siempre hubo otro mercado, mucho más grande, que es el que tiene por amigos a los cinco dedos de aquélla y a su palma, es el que impone o instala el consumo, el de los grandes capitales. El Estado que por peso propio debería estar en el segundo mercado se empecina en formar cuadros para el primero, y luego se sienta a ver desde una esquina del ringside la guapeza de sus dirigidos frente a la mano invisible. Vemos así como los hermosos arcos pulidos que les dieron alimento por generaciones a los pueblos originarios, trocan en gruesas y toscas ramas de madera blanda pintada con marcadores, las yicas de tejido apretado en vestidos sensuales con llamitas norteñas. Platos de barro mal cocido pintados con colores fluorescentes reclaman en conjunto su identidad al mercado, de la misma forma que Groucho Marx se defendía: “Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”. Decimos todo esto porque creemos que es deber del Estado jerarquizar las viejas herramientas de vida de los pueblos originarios, buscando instalar (no ofrecer) en el mercado su tradición americana, junto con la historia de su explotación, que incluye su producción actual de artesanías. Gracias a este doble proceso los pueblos originarios tienen la oportunidad de mirar lo que hacen y lo que hicieron y decidir quiénes son y también quienes quieren ser. Tener así en sus manos otra oportunidad de renacer. Pero esta vez por sí mismos. Sería un buen espejo donde poder mirarse y reconocerse. * Director del Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales Argentinas. // Permalink:http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/147558-47366.html Por Pablo Bonaparte * Dice el informe médico que murió por causas naturales. Treinta y dos puñaladas lo atestiguaban... Naturalmente, todos morimos cuando tenemos tantos agujeros en el cuerpo. Algo parecido pasa con la identidad de las pequeñas comunidades, sometidas a los designios de la identidad de otras. Con el tiempo van muriendo de identidad, naturalmente. En su momento, esto se llamó aculturación; después, con un poco de vergüenza académica, etnocidio. Pocos relacionan que la llegada de los europeos a América significó el comienzo de los dos mayores genocidios de la humanidad: el africano y el americano. Era la llegada del espíritu emprendedor y civilizatorio que estaba unificando al mundo irremisiblemente. Desde ese entonces nadie puede presentarse en sociedad fuera de esos parámetros. Así el indio, para ser reconocido, debió hacer equilibrio sobre el delgado hilo de la moralidad occidental, mientras los poderosos se ocupan de enrollar la soga de su lujuria en el cuello de los más débiles. A principios del siglo XX, las damas de sociedad limpiaban las heridas que sus maridos producían en los cuerpos de campesinos y obreros. Enseñaban a los pobres (la nueva categoría del indio domesticado) lo liberador que es la buena educación y lo lindos que se veían con los diseños del blanco. Nada de esto nos horroriza hoy verdaderamente, ya que fueron puñaladas debajo de los vestidos mientras todos bailábamos al son del pericón nacional de la generación del ’80... El canon de la democracia exige que no exista explotación o, por lo menos, que no se vea. Eso, unido a la responsabilidad que le da el neoliberalismo a la iniciativa individual, hace que los pobres sean pobres por su responsabilidad. Pero no están solos... ahí vienen para ayudarlos las tropas de la clase media trayendo el cuerno de la abundancia por su valor permanente de adaptación al mercado a través de la creación liberadora, se exige únicamente que el pobre repiense su identidad y diseñe un ser nuevo, con los escombros que dejó la amnesia de su explotación y todos los elementos que podamos encontrar en un supermercado. Estamos frente a una política donde el asesino no clava las treinta y dos puñaladas, sino la propia víctima sobre su cuerpo. Pero una vez muerto habrá renacido un integrante más feliz, más adaptado, del mundo moderno. De más está decir que la clase media no está pidiendo nada que ella no se exija permanentemente. Ella sólo tiene acceso al mercado para débiles, que es a donde se lleva al pobre, es el mercado que vive de las sobras de la gran comilona, peleando por captar la atención de la mano que llena el buche de los poderosos y que tan brillantemente supo intuir Smith. Pero siempre hubo otro mercado, mucho más grande, que es el que tiene por amigos a los cinco dedos de aquélla y a su palma, es el que impone o instala el consumo, el de los grandes capitales. El Estado que por peso propio debería estar en el segundo mercado se empecina en formar cuadros para el primero, y luego se sienta a ver desde una esquina del ringside la guapeza de sus dirigidos frente a la mano invisible. Vemos así como los hermosos arcos pulidos que les dieron alimento por generaciones a los pueblos originarios, trocan en gruesas y toscas ramas de madera blanda pintada con marcadores, las yicas de tejido apretado en vestidos sensuales con llamitas norteñas. Platos de barro mal cocido pintados con colores fluorescentes reclaman en conjunto su identidad al mercado, de la misma forma que Groucho Marx se defendía: “Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”. Decimos todo esto porque creemos que es deber del Estado jerarquizar las viejas herramientas de vida de los pueblos originarios, buscando instalar (no ofrecer) en el mercado su tradición americana, junto con la historia de su explotación, que incluye su producción actual de artesanías. Gracias a este doble proceso los pueblos originarios tienen la oportunidad de mirar lo que hacen y lo que hicieron y decidir quiénes son y también quienes quieren ser. Tener así en sus manos otra oportunidad de renacer. Pero esta vez por sí mismos. Sería un buen espejo donde poder mirarse y reconocerse.

viernes, 30 de abril de 2010

FESTEJAMOS EL 96º ANIVERSARIO DE CITY BELL CON UNA CAMINATA


Organizan: Juanjo el creador de lapágina http://www.citybellviva.com.ar/ y Miriam Woites, gestora cultural. Dos enamorados de City Bell.
MÁS INFORMACIÓN EN
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MAYO, UN MES DE FESTEJOS PARA LOS CITIBELENSES
(Diario El Día - Suplemento Norte - Viernes 7 de mayo de 2010)
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Vecinos e instituciones realizan diversas actividades para conmemorar el nuevo aniversario
Cada aniversario de City Bell, reúne a sus habitantes en actos, espectáculos, muestras artísticas que se llevan a cabo durante todo el mes de mayo.Un vecino de la localidad, Juan Vendramín, repetirá la experiencia del mes pasado de proyectar fotografías históricas del pueblo en el frente del Colegio Estrada."Voy a proyectar algunas presentaciones de Power Point con fotografías antiguas y actuales de las primeras casas, edificios públicos, caminos, etcétera. También mostraré un pequeño documental sobre el Bicentenario y los casi cien años de City Bell. Ya realicé una proyección similar el año pasado y la gente lo recibió con mucho entusiasmo", explica.Las proyecciones se van a realizar en la ventana del Colegio Estrada (Cantilo y 5) hoy y el domingo, desde la caída del sol hasta las 23.Vendramín también realizará un paseo por el pueblo, con referencias históricas, que según explica, nace de una propuesta en su blog: "hace un tiempo en mi blog propuse una caminata llamada ´Mirando las primeras casas` y una vecina, Miriam Woites, tomó la idea y la está organizando como una actividad más del aniversario. La convocatoria es para el domingo 9, a las 15, partiendo de la Estación del Ferrocarril. El recorrido tentativo es de 3 kilómetros recorriendo más de 20 casas y edificios de interés".

martes, 23 de marzo de 2010

viernes, 26 de febrero de 2010

TALLER DE ANFITRIÓN TURÍSTICO DE LA PLATA

ORGANIZADO POR
ASOCIACIÓN DE GUÍAS e NFORMANTES de TURISMO

Alicia Aleman: Teléfono 0221-421-6722
alicia.kety@hotmail.com
Calle 8 Nº 585 (43 y 44) La Plata

ABIERTA LA INSCRIPCIÓN TODO EL AÑO SIN LÍMITE DE EDAD
SE ENTREGA CERTIFICADO HABILITANTE

DICTANTE: Alicia Alemán

CONTENIDO: El taller desarrolla contenidos sobre cómo mostrar la ciudad, y valora sus capacidades, sistematizando la planificación de visitas guiadas culturales.

CONDICIONES:
Asistencia 100%
Duración: 3 clases teóricas dictadas por el formador
1 clase temática a cargo del alumno.
Una tarde de reconocimiento de los lugares turísticos caminando por la ciudad de La Plata, con explicaciones a cargo del formador en día y hora a convenir.

Horarios: miércoles de 10 a 12 o de 16 a 18 horas (a convenir)

Costo: Inscripción $ 10,00
Curso $ 60,00

La cultura genera para el país más de $12.500 millones al año

El PBI cultural argentino creció por quinto año consecutivo y, en 2008, aportó el 3,27% de la producción total del país. En este contexto, la producción de libros alcanzó su mejor rendimiento histórico, con más de 97 millones de ejemplares editados, y un valor de actividad superior a 1170 millones de pesos.Sobre estos y otros datos, se informa en la segunda edición de Coyuntura Cultural, la publicación electrónica que realiza trimestralmente el Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, y que puede consultarse ingresando en www.sinca.cultura.gov.ar.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EVO MORALES

PAGINA 12 - 8/12/09

Ayer, el presidente se reunió con su gabinete, con ejecutivos de empresas del Estado, con candidatos electos y futuros candidatos a alcalde y prefecto, elecciones que serán en abril de 2010. “Yo me doy cuenta de que el que no vive para servir no sirve para vivir”, dijo Morales. Casualmente, la tumba de Hugo Banzer, en Santa Cruz, tiene esa frase como epitafio. “Hablaré con los parlamentarios electos y los candidatos a alcalde. Les diré que quien de verdad entra a este juego democrático no lo hace para mejorar su economía. Tiene que empobrecerse, ésa es la verdadera autoridad”, sostuvo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-136624.html

lunes, 7 de diciembre de 2009

CONTRATAPA DE OSVALDO BAYER EN PÁGINA 12 - 5/12/09

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-136461.html

DE PUERTO PIRÁMIDES A NEUQUÉN

El mismo día que llegué a Alemania recibí un paquete de Puerto Pirámides. Sí, de la lejana y bien querida Patagonia. Me informaban del éxito tenido con la acción “Poniéndoles nombre a las calles de mi pueblo”. La más democrática de las acciones que se pueda uno imaginar. Toda una actividad comenzada hace tres años por la docente Eugenia Eraso y acompañada desde un principio por otros docentes y las autoridades municipales. Era necesario ya poner nombres a las calles porque la población había crecido.
Pero esta vez se hizo al revés. Es decir, no se esperó que los nombres fueran puestos por las llamadas autoridades nacionales o provinciales –como siempre fue costumbre en nuestro país–, sino que las votara el mismo pueblo. Para lo cual se pusieron tres categorías de nombres. En la primera, “Nombres de antiguos pobladores y pobladoras de la península Valdés”. En la segunda, “Pueblos originarios”, y la tercera categoría: “Hombres y mujeres que tuvieron un rol protagónico en la Historia de la Patagonia”. Para lograr lo primero, se movilizó a los alumnos mayores de 12 años del ciclo básico del nivel secundario de la Escuela N° 87, a fin de que ellos visitaran a todos los más antiguos pobladores y escucharan su opinión acerca de quiénes merecían que las calles de ese pueblo que ellos ayudaron a construir llevaran sus nombres. Durante dos años esos estudiantes salieron a la calle a buscar los datos, con lápiz, papel, grabador y cámara en mano. Recogieron y grabaron decenas de charlas de prolongada duración. Fueron a las raíces del origen. Es decir, se reunía a la historia con el porvenir, los viejos y los apenas salidos a la vida. ¿Por qué así? Lo dice la docente Eugenia Eraso: “La posibilidad de involucrar a los jóvenes con la población adulta ofrece una valiosa oportunidad de transformarlos a ambos en protagonistas en la reconstrucción y también en la proyección de la historia futura”, y “así se deja de lado aquella postura de siempre de nombrar calles de las ciudades con los nombres que dicta la historia oficial”.
Es decir, un principio sano, bien democrático. Más en la Patagonia, donde todo se llama Roca, Perito Moreno y el nombre de todos los oficiales de aquella expedición militar que tuvo como objeto sólo quedarse con toda la tierra. “Recordar nuestros orígenes y a los primeros que vinieron desde otras latitudes”, señala el proyecto. Y así fue. Se organizó luego una comisión de vecinos y de docentes, que actuaron junto a la presidenta del Concejo Deliberante local y el director de Cultura. Además, contaron con el asesoramiento de los historiadores de la Universidad de Trelew.
Es la primera vez que se hace algo así en nuestra república: votaron todos los habitantes mayores de 12 años, es decir que también se integró en esta historia a los que asomaban a la adolescencia. Fueron votados así diecisiete nombres de antiguos pobladores. Siete, de los pueblos originarios, entre ellos los nombres tehuelches, Cacique Inacayal, Cuadro del Indio, Aymé Payné, Cacique Sayhueque, y Nancuyeo, y una de las principales calles llevará precisamente ese nombre: Pueblos originarios. Y siete, de protagonistas de la historia patagónica. En esta categoría, el más votado fue el nombre de Peones patagónicos, en recuerdo de los trabajadores de la tierra fusilados por el 10 de Caballería en las huelgas de 1921; y en segundo lugar, nada menos que Facón Grande, el nombre que le asignaron las peonadas a ese gaucho que salió en defensa de los huelguistas y murió ejecutado por los militares. Otros de los votados fue el nombre del abogado Mario Abel Amaya, desaparecido por la última dictadura militar. También se eligió como nombre a Hermanos Cugura, dos jóvenes chubutenses, desaparecidos durante la dictadura de Videla.
Es decir, la opinión del pueblo, debido a una proposición venida desde las bases. Todo un ejemplo a seguir. Vemos así cómo se aprende de la verdadera historia. Y cómo, con el tiempo, los valores éticos van derrotando a la historia oficial: Peones patagónicos, Facón Grande, Mario Abel Amaya, Pueblos originarios, Cacique Inacayal. Justamente Ina-cayal, el tehuelche que fue exhibido en el museo de La Plata por el perito Moreno, y que al morir, pronunció estas palabras: “Yo, hijo de esta tierra... blancos ladrones, matar a mis hermanos, robar mis caballos y la tierra que me vio nacer... ahora prisionero... desdichado”. Ahora lo recordará para siempre Puerto Pirámides. Algo para aprender.
Como decimos, en la historia –a veces tarda– finalmente triunfa la Etica. Porque también en nuestra querida Patagonia, justamente el próximo martes, se llevará a cabo, como todos los años para esta fecha, el acto de recordación de los peones rurales fusilados en 1921 en la estancia La Anita, propiedad de los Braun Menéndez. Organizado por la Comisión de la Memoria de las Huelgas Patagónicas de 1921, que preside el historiador Luis Milton Ibarra Philemon, se llevará a cabo ese acto justamente en el cenotafio que recuerda a las decenas de trabajadores fusilados en dichas huelgas rurales. Concurren siempre muchos patagónicos, principalmente estudiantes universitarios y secundarios y representantes de los trabajadores rurales. Pero creemos que ha llegado el momento de solicitar que se inicie de una vez también la reivindicación de tantos seres humildes asesinados por el poder, dado que fue el presidente Yrigoyen quien dio el bando de la pena de muerte al teniente coronel Varela, jefe del 10 de Caballería para terminar con los huelguistas. No hace mucho tiempo, en una entrevista que tuve con el dueño de la estancia La Anita, Federico Braun, le sugerí que donara una cuarta parte de su extensísima estancia a los trabajadores rurales para que ellos organizaran una cooperativa de trabajo y producción. De esa manera, se indemnizaría en el recuerdo a aquellos otros humildes trabajadores que fueron fusilados por pedir tan poco, justo en esa estancia. Pero el latifundista Federico Braun se hizo el desentendido. Creemos que ya es hora de que la Legislatura santacruceña expropie una parte de esa estancia y promueva esa cooperativa. Fueron los poderes públicos los responsables. Tiene que haber una respuesta ante tanto crimen. Es hora de comenzar a discutir esto que se mantiene sólo como “un error del pasado”.
Errores que seguimos cometiendo los argentinos. Porque demos vuelta la hoja, hasta aquí, en Europa, ha llegado el eco de un nuevo hecho vergonzoso que acaba de ocurrir en suelo argentino, que lo llena a uno de dudas y de profunda indignación. El desalojo brutal a que fueron sometidos los habitantes del espacio ancestral de la comunidad Paicil-Antreao en la ladera del cerro Belvedere, en Villa La Angostura, sur de Neuquén. Aquí se ha podido ver por televisión la entrada brutal, la destrucción de las viviendas, a palazo limpio, y la humillación a que fue sometida esa población originaria por parte de la policía neuquina y parapoliciales. Todo porque el latifundista norteamericano William Fisher lo solicitó al juez Videla, quien aprobó el desalojo. Ya se ha vuelto cosa común en la Patagonia. Se vende toda la tierra –ver el caso Benetton, con casi un millón de héctareas– al mejor postor, sin tener la menor consideración con las familias autóctonas que viven desde hace siglos en esas regiones. Lo escribimos ya en estas contratapas cuando se desalojó a la familia Curiñanco-Nahuelquir, en Leleque. Ahora es el gobernador Sapag que permite la actuación de parapoliciales en el caso Paicil-Antreao. Pero, uno se pregunta, ¿no hay otros procedimientos? Por ejemplo, ante todo, respetar el derecho a las familias con sus hijos a tener un techo en tierras que siempre fueron habitados por ellos. Es que en “la práctica” la moral se mide por los millones de dólares que pone un extraño sobre la mesa y al cual nuestra Justicia le da derecho a la vida y a la muerte de los demás, más siendo éstos humildes. Porque no exagero, si esas familias se hubieran resistido con violencia, la policía neuquina y sus parapoliciales habrían dejado tendido en el suelo a más de uno, como ya lo hizo con el maestro Fuentealba. Parece ser que los gobernadores de Neuquén toman como modelo a Sobisch.
La pregunta, entonces, es: ¿cuándo se van a poner los derechos humanos –más cuando se trata de familias– por delante del dinero en nuestro país? ¿Cómo es que la provincia de Neuquén –en su Justicia y sus autoridades de gobierno– no atendió primero los intereses de las familias antes que los intereses mezquinos de un dueño de todo menos de la moral? Más teniendo en cuenta que esas poblaciones son milenarias y que debe respetarse su falta de sentido de la propiedad, que los enaltece ante nosotros.
De Puerto Pirámides a los actos reivindicativos en la estancia La Anita, sí, pero... para finalizar con la ignominia de los palos a la comunidad Paicil-Antreao. Un tiempo argentino. ¿Y el pensamiento de los héroes de aquel 25 de mayo de 1810, dónde queda? ¿Y nuestro Himno con ese verso definitivo “Ved en trono a la noble igualdad, Libertad, Libertad, Libertad”?